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CLÍNICA DENTAL GRAN VÍA

La formación de caries es un proceso que puede ser más rápido o más lento en cada persona, pero siempre es constante. Cuando obturamos un diente, limpiamos toda la caries previamente, pero el material dental natural sigue siendo susceptible a ser atacado por los ácidos de las bacterias, pudiendo aparecer una nueva caries en una localización distinta del mismo diente, o por el contrario la caries puede filtrarse por la junta entre el diente natural remanente y el empaste. Por ello te recomendamos que acudas a nuestra clínica periódicamente para revisar tu boca y evitar que lesiones como éstas se extiendan con rapidez.

Poseemos la gama más completa de colores de composite, y siempre utilizaremos el color que más se asemeje al tono de base de tu diente. No sólo el color será el mismo, si no que restituiremos la forma perdida del diente roto, consiguiendo un resultado natural.

Cuando una caries o fractura es demasiado profunda, el nervio del interior del diente queda afectado de manera irreversible, de forma que sólo tenemos dos tipos de soluciones: El tratamiento de endodoncia (“matar el nervio”) o la extracción de la pieza. Cualquier otro tratamiento no hará desaparecer el dolor, aunque se intente reconstruir la pieza. Nuestros dentistas evaluarán el alcance de la lesión y te propondrán la solución más conveniente, siempre intentando conservar tu diente natural.

La amalgama de plata es el material que se utilizaba para confeccionar los empastes de plata. Entre la composición de la amalgama de plata se encuentra el mercurio, y aunque el que está presente en los empastes antiguos no produce ningún tipo de daño o toxicidad a las personas, los desperdicios que se producen al fabricarlos o al retirarlos si se han fracturado son muy contaminantes para el medio ambiente, por lo que existiendo alternativas como los empastes de composite de alta fiabilidad como los que contamos en nuestra clínica, la OMS no recomienda su uso, y están siendo retirados del mercado.

Un diente puede presentar una lesión por caries o una fractura que aún siendo profunda no ha llegado a alcanzar el nervio del interior del diente. En estas ocasiones no existe dolor, si no una leve molestia, a veces al masticar cuando entra comida en el hueco, o cuando tomamos algo frío o dulce. Aunque no siempre se puede conseguir, nuestros dentistas pondrán todo su empeño en sanear la lesión y reconstruir el diente sin llegar al nervio. Sin embargo, si las molestias persisten tras la reconstrucción, será necesario desvitalizar el diente mediante la endodoncia.

Pese a su dureza y aspecto compacto, los dientes cuentan en su interior con vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas. Cuando por culpa de una fractura o de una caries el diente comienza a doler, quiere decir que el nervio ha quedado expuesto. Al no contar con la protección del esmalte, estímulos como el frío, la presión de apretar, o alimentos muy dulces o salados; pueden desencadenar una sensación de molestia o dolor. Nuestro dentista se encargará mediante la exploración visual y radiográfica determinar el alcance de la lesión y decidir el tratamiento que más se adecúe a la situación.